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En 1978 se iniciaron estudios de biodiversidad en el área de Cusco Amazónico,  con la participación de investigadores de la Universidad de Berkeley (California), liderados por el Dr. Ted Papenfuss. Tras emitirse los primeros reportes, el Ministerio de Agricultura –a través de la Dirección General Forestal y de Fauna– suscribió el 4 de marzo de 1982 un convenio (Resolución Ministerial N° 00260-82/AG/DGFF) con Albergue Cusco Amazónico S.A. y , mediante el cual se autorizaba la investigación científica por un periodo de tres años, incluyendo la captura de especímenes de vertebrados.

Los trabajos iniciales fueron realizados porlos doctores Ted Papenfuss, Jaime Villa, James Patton (reconocido especialista en mamíferos), Eric Yensen, Robert Jones, Craig Stanford, Elizabeth Pierson, Rick Warner (quien registro por primera vez para el Perú el Chiroderma salvini), Tomio Iwamoto (especialista en peces), entre otros investigadores de la Universidad de Berkeley – California.

En 1989, William Duellman desarrolló con un financiamiento de National Geographic Society el Proyecto BIOTROP durante dos años. Esta labor de investigación contó con especialistas nacionales y extranjeros en los diferentes grupos de vertebrados, lo cual actualizó los inventarios de Cusco Amazónico con los siguientes resultados:

 

 

En el área de Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel se ha puesto mayor énfasis en el monitoreo de los vertebrados. Los de mayor abundancia son las aves, pues en un área de 100,000 m² pueden avistarse  206 especies. La cantidad de especies de mamíferos es reducida, mientras que los anfibios y reptiles requieren de nuevas evaluaciones. Mención aparte merecen los osos andinos, que están siendo protegidos a través de un centro de rescate implementado por Inka Terra Asociación (ITA). Los especímenes son mantenidos en cautiverio (su reinserción al hábitat natural es difícil debido a sus edades y el contacto que han tenido con el ser humano, que los ha hecho perder sus aptitudes para sobrevivir en estado salvaje) con mejores condiciones en la que se encontraban antes de sus rescates. También se ha implementado en ITMPPH una zona de semicautiverio con especímenes de osos andinos relativamente jóvenes y que tienen posibilidades de reproducirse, en cuyo caso las crías podrían integrarse al medio natural.

En Cabo Blanco, los trabajos estarán orientados a las especies marinas, para poder desarrollar un trabajo de conservación y de aprovechamiento sostenible en la medida que las poblaciones de estas especies lo permitan. Principalmente en la observación de fauna, para lo cual se trabaja en la capacitación de las poblaciones locales, con el objetivo de que este lugar sea un destino atractivo, cuya biodiversidad pueda ser difundida.

La tarea es grande y con los resultados de las investigaciones, ITA logrará plantearse metas de conservación, como se está logrando con el oso andino en Machu Picchu.