UNA TRADICIÓN MILENARIA DE NAVEGACIÓN A SU ALCANCE EN INKATERRA CABO BLANCO

El 29 de junio, como parte de las festividades de San Pedro y San Pablo, la comunidad de pescadores artesanales de Cabo Blanco conmemoró el Día del Pescador navegando por el Pacífico Tropical peruano. Comprometida con la conservación de la biodiversidad marina, Inkaterra Asociación promueve el reconocimiento de esta tradición milenaria de navegación, que hoy desempeña un papel clave en la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos.

Contribuyendo a la resiliencia de las comunidades costeras del norte del Perú, Inkaterra Asociación lideró la iniciativa que permitió al Ministerio de Cultura declarar la pesca artesanal de Cabo Blanco como Patrimonio Cultural Vivo desde 2018.

Este espectacular paisaje de velas antiguas representa tanto el espíritu como la fuerza impulsora de Cabo Blanco, histórica meca de la pesca deportiva, donde Ernest Hemingway y muchas leyendas de Hollywood persiguieron el sol en la década de 1950. Cabo Blanco mantiene dos récords mundiales de pesca deportiva aún vigentes: el legendario marlín negro de 1,560 libras (agosto de 1953) y el atún ojo grande de 435 libras (abril de 1957).

Inspirado en la esencia de esta tradición pesquera artesanal, Inkaterra desarrolla un proyecto ecoturístico integral para restaurar uno de los destinos marinos más emblemáticos del Perú y consolidar un modelo global de sostenibilidad para comunidades costeras. Con su primer hotel en la costa peruana, Inkaterra Cabo Blanco busca recuperar la riqueza natural, histórica y cultural mediante infraestructura sostenible, investigación científica, conservación de la biodiversidad y experiencias auténticas con fuerte identidad local.

Conozca más sobre la historia del bote de Hemingway restaurado en Cabo Blanco en el botón a continuación, y síganos para estar al tanto de las próximas novedades sobre la apertura de Inkaterra Cabo Blanco.

LA PRIMERA VAN ELÉCTRICA DE TURISMO DEL PERÚ SE CARGA EN INKATERRA HACIENDA URUBAMBA,
EN CUSCO Y EL VALLE SAGRADO

Natural Habitat Adventures (Nat Hab), líder en viajes de aventura responsable enfocados en la naturaleza, en alianza con World Wildlife Fund (WWF) e Inkaterra, ha presentado la primera van totalmente eléctrica (EV) para uso turístico en el Perú.

Nat Hab se asoció con la empresa china Maxus para importar un vehículo eléctrico de pasajeros, adaptado especialmente para sus programas turísticos en el país. Alimentado por una batería de alta capacidad, el EV elimina la necesidad de gasolina o diésel, reduciendo significativamente las emisiones. Además de sus beneficios ambientales, ofrece ventajas económicas, como menores costos operativos y de mantenimiento, y una experiencia más silenciosa y confortable para los viajeros.

Como parte de esta iniciativa, Nat Hab ha instalado una estación de carga eléctrica en coordinación con el hotel Inkaterra Hacienda Urubamba, ubicado entre las montañas del Valle Sagrado de Cusco. Pionera del ecoturismo en el Perú desde 1975, Inkaterra respalda esta alianza estratégica que refleja el compromiso de ambas marcas con la innovación sostenible e inspira a otras empresas a seguir su ejemplo.

En octubre de 2021, las Naciones Unidas reconocieron a Inkaterra como la primera marca hotelera Climate Positive del mundo, alineada con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. Este reconocimiento fue otorgado tras una evaluación de su huella de carbono por la certificadora GreenInitiative, que confirmó su estatus. Elo significa que, además de alcanzar emisiones netas cero, Inkaterra elimina más CO₂ del que emite, generando un beneficio ambiental adicional.

“Nuestra nueva alianza con Nat Hab se alinea con nuestro compromiso como la primera marca hotelera Climate Positive y abre el camino a soluciones sostenibles en la industria turística del Perú”, comentó José Koechlin, fundador y CEO de Inkaterra.

“Este vehículo eléctrico no solo reducirá nuestra huella de carbono, sino que también invitará a los viajeros a adoptar un turismo más consciente, protegiendo la belleza natural de Machu Picchu, el Valle Sagrado y más allá”, dijo Niceto Yalán, Director de Aventura en Perú para Nat Hab. “Somos los primeros operadores turísticos del país en integrar esta tecnología, marcando un hito hacia un futuro más sostenible para el turismo en Cusco y el Perú.”

FAUNA EN INKATERRA:
ANACONDA VERDE ES AVISTADA
EN INKATERRA HACIENDA CONCEPCIÓN

Este mes disfrutamos de un avistamiento extraordinario cerca de Inkaterra Hacienda Concepción. Nuestro timonel Yasmani divisó una anaconda verde (Eunectes murinus) enroscada sobre las raíces de un árbol caído flotando en el cauce del Bajo Madre de Dios, justo frente al puerto de entrada al albergue.

Eunectes murinus (del griego "eunēktēs", buen nadador, y del latín "murinus", "de ratones", por creerse que se alimenta de ellos) es una boa no venenosa, considerada la serpiente más grande, pesada y la segunda más larga del mundo. Puede alcanzar hasta cinco metros, y las hembras superan en tamaño a los machos en edad adulta. Habita en Sudamérica, al este de los Andes, desde las Guayanas hasta Paraguay, y vive en ecosistemas tropicales húmedos, oculta en pantanos o ciénagas. Caza por constricción y se alimenta de peces, aves, pequeños mamíferos y otros reptiles. Ejemplares grandes pueden llegar a consumir tapires, ciervos, capibaras o caimanes, aunque no es habitual. Aunque las leyendas locales la representan como devoradora de humanos, hay escasa evidencia de tales ataques.

Inkaterra Hacienda Concepción, galardonada por Travel + Leisure y Condé Nast Traveler, se encuentra en una de las zonas con mayor biodiversidad de la Amazonía de Madre de Dios, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Monos aulladores, nutrias gigantes y una gran variedad de aves se observan con frecuencia en la propiedad.

¿Has avistado fauna silvestre durante tu estadía en Inkaterra? Comparte tus experiencias con el hashtag #InkaterraWildlife.

HITOS DEL 50 ANIVERSARIO DE INKATERRA:
LA FUNDACIÓN DE INKATERRA ASOCIACIÓN

Inkaterra Asociación (desde 1978) fue fundada oficialmente en 2001, aunque sus orígenes se remontan a 1978, cuando se iniciaron los primeros inventarios de biodiversidad en torno al albergue Cusco Amazónico (hoy Inkaterra Reserva Amazónica). Estos estudios pioneros buscaban medir el impacto positivo del ecoturismo en los ecosistemas naturales, y confirmaron lo que José Koechlin, fundador de Inkaterra, ya intuía: Madre de Dios es una de las regiones más biodiversas del planeta.

Hasta la fecha, los inventarios liderados en las áreas de influencia de Inkaterra han registrado 903 especies de aves (equivalente al total registrado en Costa Rica), 362 especies de hormigas (récord mundial respaldado por el biólogo E.O. Wilson), 313 especies de mariposas, 100 mamíferos, 372 orquídeas nativas (la colección más grande en su hábitat natural, según la American Orchid Society) y 1,266 especies de plantas vasculares. Además, Inkaterra Asociación ha descrito 36 especies nuevas para la ciencia, incluyendo 27 orquídeas, 5 anfibios, una mariposa, 2 bromelias y una enredadera tropical.

Ese espíritu pionero continúa vivo. En alianza con más de 200 investigadores e instituciones, Inkaterra Asociación lidera iniciativas científicas, de conservación y desarrollo comunitario en todo el Perú —desde la Amazonía y los Andes hasta la costa del Pacífico Tropical. Más que una institución científica, Inkaterra Asociación es el alma de la experiencia Inkaterra. Sus proyectos inspiran las experiencias que los viajeros disfrutan en cada propiedad, dan forma a la identidad de la marca y aportan significado a cada destino.

Al acercarse el 50º aniversario de Inkaterra, la Asociación lidera iniciativas audaces que amplían la visión de la marca y profundizan su impacto. Entre ellas destaca el Madre de Dios Sustainable Landscape (MDSL), un corredor de conservación de más de 100,000 hectáreas que protege los servicios ecosistémicos, combate la minería ilegal y la deforestación, y fomenta medios de vida sostenibles. El MDSL se proyecta como un polo de negocios verdes y desarrollo local, con el potencial de atraer más de 100 millones de dólares en inversión privada.

A través de estos esfuerzos, Inkaterra Asociación reafirma su creencia fundacional: que la ciencia, la cultura y el ecoturismo —cuando se unen con propósito— pueden regenerar paisajes, empoderar comunidades e inspirar a una nueva generación de viajeros comprometidos con la conservación del planeta.

Junio:
Foto con más me gusta.

Un refugio de serenidad y confort en medio de la selva peruana.

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